martes, 21 de mayo de 2019



Nuevas formas de familia, viejas políticas familiares. Las familias monomarentales

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La importancia de la familia, lo cierto es que en las última década la familia tradicional, formada por una pareja heterosexual casada, con o sin descendencia y con los roles de género claramente marcados, ha dejado paso a nuevos modelos de familia. Claramente estamos asistiendo a un cambio social que ha tenido su base en la esfera privada de las personas, relacionada con sus actitudes, con sus hábitos y con su modo de entender la convivencia. Nos encontramos ante una realidad social, familiar y personal fruto del cambio social. El artículo que se presenta pretende ser una primera aproximación a esta realidad: los nuevos modelos familiares, al margen del modelo nuclear, poniendo especialmente el acento en las familias monoparentales -o monomarentales, en cuanto mayoritariamente están compuestas por la madre y sus hijos e hijas-. Asimismo, se analizarán las distintas políticas sociales existentes de apoyo para las familias y la posible discriminación de la familia monoparental en relación con la tradicional.

Resultado de imagen para familia monoparental muñecosClaramente estamos asistiendo a un cambio social que ha tenido su base en la esfera privada de las personas, relacionada con sus actitudes, con sus hábitos y con su modo de entender la convivencia. Así, la afectividad no condicionada por una opción sexual, la adjudicación de nuevos roles en la pareja o el interés de mantener una relación sentimental sin imposiciones de carácter legal ha favorecido decididamente a ampliar el concepto de familia, más allá de la unión matrimonial (Fernández, 2004). De este modo, los estudios sobre los nuevos modelos familiares, por lo general, se centran en las nuevas formas de convivencia al margen del modelo nuclear. Asimismo, cabe señalar que la familia no sólo es un grupo de personas que mantienen lazos consanguíneos o afines y que viven juntas durante un determinado intervalo de su vida, sino que también es una institución social que despliega una determinada ideología en la socialización de sus miembros (Hernández, 2009).
Resultado de imagen para bienestar monomarental logoeste contexto analítico, los países del sur de Europa se incluyen en la categoría del régimen conservador. Estas referencias parecen señalar que en dichos países existe cierta interdependencia entre el régimen de bienestar, el régimen laboral y el modelo de relaciones familiares y de género. En la misma línea investigadores como Goodin et al. (2000) y Muffels et al. (2002) hablan del “Southern model of the labour market” caracterizado entre otros aspectos por la reducida participación laboral de la mujer. Por tanto, a la hora de buscar alternativas a nuestro Estado de Bienestar (Santiso, R: 2000), es importante considerar la situación y perspectiva de las mujeres ya que éstas, además de suponer la mitad de los miembros de una sociedad, son las que principalmente sufren parte de las consecuencias de las crisis y quienes cargan también, de modo invisible y poco reconocido, con parte de su resolución. El papel del Estado de Bienestar y las políticas que elabore en esta dirección resultarán decisivos para posibilitar un cambio de conciencia social así como la articulación y flexibilización de distintas tareas y opciones en la vida de las personas (Martín y Ruiz, 2010).
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Contrariamente a lo que pudiera parecer se trata de un modelo en el que las ayudas y políticas hacia la familia son escasas pues son ellas las principales prestadoras de recursos, como apoyo a un Estado del Bienestar débil y escasamente articulado en políticas integrales. No serán las asociaciones benéficas o el mercado, como en el modelo liberal, o un Estado social mucho mas extendido sino que son las familias las sustentadoras del ámbito social. Claramente España forma parte de este tipo de Estado. La familia, por tanto, tal y como hemos señalado, no sería apoyada por el Estado si no que contribuiría a la paz social mediante apoyos allí donde la acción pública por ineficaz o por escasez de recursos no llega. Frente al modelo nórdico (gasto público directo a la familia) nuestro sistema apuesta por mínimos exentos, deducciones específicas, etc. (Villota, 2004).
Formas de prevención
Estas acciones han tenido, como decíamos, desigual acogida y no todas ellas pueden considerarse políticas sociales en sentido estricto. Aunque todas ellas han contribuido de alguna manera a visibilizar el trabajo de cuidados y la acción de la familia, especialmente de las mujeres, en el ámbito social en España, amén de representar un significativo avance en cuanto a políticas de protección de la familia, resultan claramente insuficientes.
Resultado de imagen para vida laboral monomarental logoLas familias monomarentales, en general. Por tanto, éstas perciben las prestaciones o ayudas en el mismo grado y bajo los mismos supuestos que el resto. Como bien señala Jociles et all (2008) esto es apreciable en las distintas formas que suele adoptar la protección social en nuestro país. De este modo, en relación a las medidas para la conciliación de la vida laboral y familiares, la Seguridad Social articula fundamentalmente permisos laborales, como son las bajas por maternidad, los permisos por motivos familiares urgentes, o las excedencias para el cuidado de hijos menores de ocho años, que son poco utilizadas por las madres/padres porque, tal como indican Fernández Cordón y Tobío (2006), no son remuneradas.
Resultado de imagen para familia monoparental muñecosEn este sentido, la conciliación de la vida laboral y el cuidado de los hijos/as, para las familias monoparentales, se presenta con más dificultades que para las familias biparentales, debido a que las mujeres al frente de un hogar monoparental, a excepción de las viudas, tienen tasas de empleo superiores a las madres que viven en hogares biparentales. Evidentemente este no es un problema exclusivo de las familias monoparentales, pero también es cierto que el problema se incrementa considerablemente en cuanto la mujer que encabeza un hogar monoparental no puede compartir la realización de las tareas domésticas con su pareja, ni los gastos ya que solo cuenta con un único ingreso para hacer frente a la economía familiar. De este modo, para las familias monoparentales, el empleo no sólo se presenta como una cuestión prioritaria sino que plantea retos específicos a las mismas.

Proyección del ejercicio ético del psicólogo
Monoparentalidad tiene un origen sociológico y comprende una diversidad de situaciones en función de las causas que la originan así como como de los distintos proyectos de convivencia que presentan. Cabe señalar que en los últimos años se está produciendo un considerable aumento de formas voluntarias de monoparentalidad, como es el caso de las mujeres sin pareja que recurren a la adopción o a las técnicas de reproducción asistida (que en España son un tercio de las solicitantes) (VVAA, 2010).
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Ruiz Seisdedos, Susana; Martín Cano, María del Carmen  Nuevas formas de familia, viejas políticas familiares. Más familias monoparentales: http://www.redalyc.org/pdf/181/18123129009.pdf

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